Tomás Morales
Cuando Ángel Vázquez fue el gran jefe de los Diablos Rojos le solía decir a sus pitchers abridores que pedían aumento de sueldo que lo importante en el beisbol era lograr el último out del juego no los primeros. La noche del martes en Monclova los Diablos sufrieron una descorazonadora derrota cuando su pitcher cerrador Nathanael Santiago no pudo sacar el último out del juego que le habría dado a los Rojos una victoria que tanto necesitaban de 3-2. Santiago logró sacar los dos outs de la novena entrada, uno de ellos con ponche al tan peligroso Manny Rodríguez, pero cuando ya los Diablos acariciaban la posible victoria llegó un jonrón del «pocho» Tim Torres, nacido en California, para que se empatara el juego en forma dramática. La batalla se fue a entradas extras y en 12 innings los Diablos terminaron perdiendo.
Son juegos como el del martes los que deben ganar, cuando victoria y derrota cabalgan en cada lanzamiento y aunque Santiago ha logrado instalarse como el cerrador de los Diablos no deja de ser un joven pitcher que en ocasiones no mantiene sus lanzamientos en la zona deseada. Ya en este juego el abridor Efrén Delgado lanzó un mejor partido ya que por seis entradas y un tercio aceptó dos carreras que llegaron por la vía del cuadrangular, uno del mismo Tim Torres y otro de Mat Clark. De cualquier modo dejó Delgado el partido con ventaja de 3-2 para que viéramos buenos trabajos de los relevistas Ozzie Martínez y Ulises López antes que Santiago permitiera el jonrón del empate ya con dos outs y nadie en base.
Los Diablos lograron sus tres carreras en la sexta entrada cuando el joven Julián Ornelas comenzó con sencillo y Ricardo Valenzuela recibió pasaporte. Un hit de Carlos Figueroa produjo la primera carrera roja y entonces un doblete de Ramón Urías trajo las dos carreras que estuvieron a punto de convertir a los Diablos en ganadores.